TÍTULO ORIGINAL: 12 Years a Slave
DIRECTOR: Steve McQueen
GUIONISTAS: John Ridley, Solomon Northup
REPARTO: Chiwetel Ejiofor, Michael K. Williams, Michael Fassbender, Brad Pitt.
SABERA AHSAN
Películas como “12 años un esclavo” me recuerdan del odio y la crueldad que una persona es capaz de infligir a otro ser humano. Como película es magnífica a nivel de cinematografía y con una actuación impecable que representa la verdadera lucha en la vida de un hombre que pasa de la libertad a la esclavitud y a la libertad de nuevo.La película representa el juramento que se hace Solomon a sí mismo de vivir y no sólo sobrevivir a pesar de la brutalidad del mundo en que vive; a pesar del juramento, se ve obligado a elegir la supervivencia porque escoger la vida ya no es una posibilidad. Sigue siendo nuestro héroe, luchando cuando puede por los más débiles y desesperados que él. Es también el intelectual a quien se le ha negado lápiz y papel y su derecho a expresar su opinión y conocimiento, a pesar de su superioridad intelectual. Los que tienen el poder todavía le humillan y lo envilecen una y otra vez hasta que no queda nada más que una sombra de un hombre, negándosele incluso su derecho a un pasado.
Aunque esta película es sobre la esperanza de recuperar la libertad y una vida que era, falta la esperanza, a diferencia de los de la serie "Raíces ", basada en la verdadera historia de la familia de Alex Haley. El mensaje de “Raíces” estaba claro: pelea con todos los huesos de su cuerpo, todas las facultades de su mente y, si no puede hacer una diferencia en su vida, se sacrifica por la próxima generación.
Solomon se ve obligado a cumplir y sobrevivir y, sin embargo, cuando la oportunidad, cuidadosamente evaluada, por fin llega, Solomon toma el riesgo pero fracasa. Pero cuando el destino le ofrece otra oportunidad de justicia en forma angelical, ejecutada por Brad Pitt, sigue adelante, aunque todavía trepidando de miedo, y la esperanza vuelve a su vida.
Esta no es una película como “Gladiador” en donde las habilidades militares pueden superar incluso al más grande de los opresores, como es la esclavitud, donde el valor de un hombre solo se pesa en términos de lo que puede producir. El valor intelectual de Solomon tan solo lo expondrá a más dolor y humillación. Sin embargo, esto es lo que ha venido contando en la verdadera vida de un hombre y todo lo que tuvo que soportar y sufrir, por lo que ¿quién soy yo para desafiar el mensaje de la historia? La última esperanza pienso que no se representa en la película, sino más bien en la vida que llevó después de su emancipación, la lucha por los demás y contra la esclavitud. Y quizás el hecho más conmovedor es que él escribió sobre sus experiencias de estos 12 años, lo que nos ha permitido recordar la brutalidad y la inmoralidad de la esclavitud, no sólo hace tantos siglos, sino también la esclavitud en nuestra propia vida.
Finalmente las leyes, la sociedad, la supervivencia, la codicia y la historia han permitido que las sociedades tengan este comportamiento hacia otros seres humanos para humillar, degradar y negar a alguien su humanidad. ¿Puedo, con la mano en el corazón, jurar que durante mi vida me he comportado impecablemente hacia todos los seres humanos que he conocido? ¿No, no puedo? ¿He dado la espalda, de vez en cuando, en la humillación y el sufrimiento a los demás? Sí, tal vez lo he hecho.
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