“Prisas”

domingo, 19 de enero de 2014

CARMEN M. ALMENARA

Son las cinco de la mañana. Como cada día, Sara y Jesús se despiertan al sonar el despertador.

Café con leche, el desayuno de los trabajadores. Con un poco de suerte encontrarán algo que comer más tarde. Ahora el café tendrá que ser suficiente.
Son las siete y todo está listo. Los niños despiertos, desayuno, aseos, broncas, prisas, mochilas, tareas, limpieza, bolsos, bolsas, listas de la compra, prisas otra vez, dinero, maldito dinero, llaves, besos con prisas y la promesa de volver a verse por la noche, cuando todo acabe, cuando todo duerma.

Sara lleva a los niños al colegio. Sus risas y canciones a veces se confunden con sus riñas y enfados.

Son las ocho y media y todos han llegado. Ella, la última a su trabajo. Prisas, pisoteos, huesos molidos, alma partida… Soledad sin tiempo para llantos.

4 comentarios:

P i Y i dijo...

Precioso!!!

Unknown dijo...

Ains C. Soledad con la promesa de volver a verse por la noche.

MJ dijo...

Y en el estrés del día a día, siempre hay tiempo para los besos, aunque sean con prisas!

KJ dijo...

Es muy bonito Carmen, me encantó.
"Soledad sin tiempo para llantos"

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